La Familia Salesiana tiene suficientes ramas, cual árbol fecundo, para que cada persona, cada joven y cada adulto encuentre su lugar de vida y de servicio.
Desde nuestros orígenes históricos en El Salvador y Centroamérica, los Salesianos Cooperadores estamos insertos de diferentes maneras en la Pastoral Juvenil, tanto en Oratorios como en grupos juveniles y catequesis sacramental.
¿Cómo promover la vocación salesiana en estos ambientes durante el 2011?
1° Tengamos clara la intención.
La vocación salesiana es un camino espiritual serio y optimista de santificación. Ya sea como seglares, sacerdotes o religiosas y religiosos la vocación salesiana es un probado itinerario de vida cristiana donde miles de mujeres y hombres, jóvenes y mayores, encuentran la plenitud de sus vidas encontrándose con Jesucristo vivo. “Nadie da lo que no tiene” y nosotros queremos compartir lo que tenemos a manos llenas, la alegría de la santidad salesiana.
2° Tengamos claros los destinatarios.
Jóvenes y adultos constituyen nuestro campo preferencial de Misión, de la misma manera ellos son nuestros destinatarios vocacionales.
Proponer la vocación salesiana e invitar a jóvenes y adultos e invitar a jóvenes y adultos a “quedarse con Don Bosco” es la tarea permanente. Los jóvenes de nuestros Oratorios y grupos juveniles, sus padres y familiares así como los adultos que frecuentan nuestras Casas y Obras son los destinatarios de esta invitación.
3° Finalmente, claridad de medios.
Don Pascual Chávez nos recuerda que toda campaña vocacional comienza con el SER antes que con el HACER, y para ello, debemos volver a Valdocco.
Volvemos espiritualmente a Valdocco para encontrarnos con Don Bosco y para beber en las fuentes carismáticas de su salesianidad, bebemos de estas fuentes tratando de ser creativos para los jóvenes y los adultos del siglo XXI en Centroamérica. De la misma manera, volvemos a Valdocco para construir comunidades salesianas en nuestros Centros y en nuestras familias. Tanto la vida familiar como la vida religiosa tienen sus propias dificultades, la diversidad crea conflictos y volver a Don Bosco es también la capacidad de re-construirnos y re-conciliarnos. Solo en la reconciliación y en el perdón optimista podremos ser creíbles a quienes andan buscando el Reino de Dios en la Tierra.
El otro medio es el acompañamiento.
La vocación salesiana (así como todas las demás llamadas) no cae del cielo. Es el resultado de un laborioso trabajo de cultivo en el que, partiendo de la ilusión inicial, se van decantando y purificando las intenciones y las motivaciones hasta quedar con la esencia de la voluntad y la dimensión sobrenatural como respuesta libre, madurada y comprometida “para toda la vida”.
Esa delicada labor de discernimiento y crecimiento espiritual es una tarea de todos pero especialmente de los Delegados y de aquellos que como formadores y formadoras, son encargados por la Comunidad para acompañar el crecimiento de los demás. Los coordinadores y las coordinadoras se unen a esta tarea de discernir y acompañar a los promesados. Sentirse y saberse acompañado ofrece una rica experiencia de crecimiento personal y sobrenatural.
Los SC de El Salvador nos estamos preparando para los Ejercicios espirituales anuales que la Asociación nos ofrece, el año anterior (2010) reflexionamos sobre la persona y la figura del Beato Miguel Rúa, primer sucesor y continuador de don Bosco, la interrogante que recorrió nuestros Ejercicios fue ¿Cómo ser, como don Rúa, continuadores de la misión de don Bosco en el mundo?
De muchas maneras fuimos encontrando respuesta a esta interrogante, el Proyecto de Vida Apostólica nos ha acompañado durante el 2010 – 2011 ayudándonos a profundiza en la vocación particular a la que dios nos ha llamado, la vocación de Salesianos en el mundo, la Formación Permanente y las Guías de los RBM nos permitieron leer, estudiar y meditar el PVA, ahora, como culmen de este camino, llegamos a unos nuevos Ejercicios Espirituales con el tema “Creciendo en Espiritualidad Salesiana Seglar”, siendo lo que estamos llamados a ser, comenzamos el 2011 con una propuesta vocacional y apostólica importante, que María Santísima, la auxiliadora de cada día, sea la maestra.
Miguel Alfonso Muñoz, sc
Formación Permanente – El Salvador
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