Don Bosco aplicó el Sistema Preventivo tanto para educar a los jóvenes como para formar a los adultos religiosos con los que fundó y consolidó la Congregación Salesiana (los primeros salesianos, así como Don Rúa y Don Cagliero tenían más de 40 años cuando Don Bosco murió). El entendió que los criterios del Sistema Preventivo debían trasladarse de la escuela a la comunidad religiosa pues eran valores de vida y no solo una metodología de enseñanza.
Las Constituciones de los SDB - FMA y nuestro PVA plantean el Sistema Preventivo como "camino espiritual", experiencia de vida y "ascesis de vida" no solo para tratar a los jóvenes sino para tratarnos entre nosotros y tratar con los adultos de nuestra vida cotidiana en los ambientes de trabajo y acción social. No solo hacemos apostolado sino que lo hacemos aplicando el Sistema Preventivo entre nosotros, nada más falso que ser amable con los jóvenes y desconsiderado con los hermanos del Centro, sería una contradicción.
La Formación Inicial nos inicia en este camino espiritual (de conocer a Don Bosco, al Sistema Preventivo y de ponerlo en práctica) y la Formación Permanente busca consolidar poco a poco y con el tiempo, esos criterios en la conciencia de cada uno hasta volverlos actitud de conducta y "estilo de vida y de acción" (Cap. III PVA).
Pero ¿qué es "lo que toca" a los jóvenes y adultos cuando se les educa con el Sistema Preventivo de Don Bosco?
- La calidad académica y científica de nuestras catequesis.... no y nos atrevemos a decir que hay quienes los hacen mejor por los recursos con que cuentan tanto las instituciones como las familias.
- El ambiente.... ese es el mayor aporte. Las personas, especialmente los que no provienen de ambientes salesianos, descubren un mundo nuevo que nosotros mismos ya no vemos. Ellos y ellas descubren compañeros de trabajo, empleados y funcionarios “amables”, con una amabilidad evangélica que construye un "clima de familia".
Lo que más estiman (y eso porque nos lo han dicho) es la amabilidad con que se les trata, uno de los grandes aportes de la salesianidad de San Francisco de Sales y de Don Bosco es "el clima de familia" que, como dijo una hermana nuestra en el Encuentro recién pasado, "no se trata de que no peleemos entre hermanos sino de que con la misma facilidad nos reconciliamos".
La Religión.... los jóvenes de todas las generaciones tienden a alejarse de la religión formal durante esa época de su vida.
Dadas las exigencias morales de la institución religiosa ellos, que empiezan a experimentar con el sexo, con el alcohol, con las drogas, con el tiempo libre, con la liberación de los uniformes, con pelo largo, con el pelo corto o sin pelo, etc. no quieren acercársele, precisamente porque no quieren ser hipócritas como si somos los adultos que vamos a la religión pero actuamos de manera egoísta y viciosa.
En ese contexto el aporte de la salesianidad es la búsqueda y la vivencia de los valores auténticos en "clima de familia", ellos no buscan religiosidad fácil sino religiosidad autentica.
Conectar con "la sensibilidad religiosa de los jóvenes" es una gracia adicional de algunos educadores, unos pecan por exceso (y hay jóvenes a quienes eso les gusta) y otros pecan por defecto, son “light”.
Conectar con esa religiosidad no es fácil pues también hay jóvenes que hacen punto de honor, durante la etapa universitaria, el alejarse de la religión (mas no de la fe que es otra cosa según ellos). Es bonito verlos ya como adultos y padres de una familia volver a la vida religiosa y desear para sus hijos e hijas "formación religiosa". También hay quienes no vuelven nunca o a quienes nuestra espiritualidad no les gusta y prefieren otros grupos religiosos, en esto de la religión hay de todo.
Pero, ¿cuál es el aporte de nuestra salesianidad? Pienso que es el esfuerzo por vivir los valores auténticos del Reino de Dios: verdad, justicia, paz, libertad y solidaridad.
No todos los jóvenes quieren vivir la religiosidad pero todos, todos, estiman y respetan a las personas que viven con autenticidad su fe.... "poniéndola en práctica".
Ese es nuestro aporte desde la religión.
Dicen que el sentido común es el menos común de los sentidos, "ser razonable" es una virtud importante en la educación porque precisamente la preventividad está en ir de los efectos visibles a las causas invisibles.
Si hay algo que los jóvenes y los adultos admiran es a una persona razonable. Una persona "con sentido común" se convierte rápidamente en consejero y acompañante espiritual (aunque se use otro nombre). Este ser razonable pasa por "ser justo" o tratar a las personas con justicia. Cuando los funcionarios y burócratas tenemos poder fácilmente hacemos uso autoritario de este, ("no hay nada más poderoso que un portero") pues se convierte en ese microcosmos en señor de la vida y la muerte, es "el señor de las llaves", en un San Pedro.
Enseñar a pensar es la gran tarea de la educación, no se trata de acosar con insensateces ni provocar "vivir en crisis" (como si no viviéramos en una crisis permanente en este desgraciado país) sino enseñarles a pensar, a utilizar la imaginación para ver "más allá de lo evidente", a encontrar "la almendra del asunto" como dice el sabio.
Finalmente, amabilidad. En una sociedad autoritaria como la nuestra tratar mal al otro es signo de poder y todos los enanos emocionales deseamos ese poder. Basta con ver a cualquier ordenanza para ver cómo es sumiso con su jefe y déspota con sus subalternos (por eso al llegar a casa maltrata a la mujer y a los hijos)
Tratar a los demás con amabilidad es un esfuerzo y tratar con amabilidad a los que tienen menos poder es heroico, es evangélico, es de Jesús. Los que vienen de ambientes no salesianos valoran eso, que los grandes "se hacen pequeños" para atenderlos y escucharlos. Por eso de repente los ves entrar a tu oficina o visitar tu casa "para hacer nada", "para estar allí", porque sienten que se les aprecia, que se les quiere.
Conclusiones:
¿Se puede practicar el Sistema Preventivo hacia los adultos? Sin lugar a dudas, si. Porque los criterios del Sistema Preventivo de Don Bosco se aplican no solo a los educandos jovencitos sino a los educadores entre si, a los familiares entre si, a los adultos entre sí y con los demás. Vivir el Sistema Preventivo y sus criterios es una espiritualidad (en cuanto experiencia del Espíritu Santo) y requiere paciencia para crecer como educador, amor para dar a los demás y amabilidad como "virtud visible".
La vocación salesiana y la vivencia del Espíritu Salesiano es el testimonio del cristianismo en acción pero también es una profecía, es el anuncio de que otro mundo es posible.
Miguel Muñoz - SSCC
Centro Ricaldone, San Salvador
Centro Ricaldone, San Salvador
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