Tradicionalmente los Ejercicios Espirituales de Febrero constituyen el final del año formativo y el inicio del siguiente, desde el inicio de la década del 2000 los SC de El Salvador y Centroamérica Norte hemos ido desarrollando en nuestra formación permanente diferentes temáticas que tienen como objetivo profundizar en el espíritu salesiano desde la perspectiva seglar, la prioridad durante los primeros años ha sido la de facilitar a los miembros de la Asociación el conocimiento y estudio del Proyecto de Vida Apostólica (PVA) en sus dos componentes: Estatuto y Reglamento.
En un segundo momento, la temática estuvo orientada a profundizar en los grandes valores de la Espiritualidad Salesiana tal y como nos la presenta los dos documentos fundamentales: el ya mencionado PVA y la Carta de Identidad de la Familia Salesiana. Ambos documentos contienen abundantes referencias al Magisterio de la Iglesia y las Guías de reflexión correspondientes siempre nos han permitido estar en contacto con los grandes temas sociales y eclesiales de nuestra región.
Dentro de esta dinámica los encargados de la Formación Permanente y los Consejos Nacionales han facilitado que el tema de los Ejercicios Espirituales sea acorde con la temática del año que termina y con la que comienza.
Para el trienio 2011 - 2013 el Consejo Provincial CAM Norte acordó proponer a los Centros y Comunidades el estudio y profundización de la Doctrina Social de la Iglesia así como los temas formativos e informativos de cara a la celebración del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco en 2015. De la adecuada conjugación de ambas temáticas irá surgiendo un itinerario de formación permanente adecuado a las expectativas de los miembros de la Asociación y a las necesidades de formación contextualizada de nuestra Provincia.
Pero ¿es esto suficiente? Esta pregunta está constantemente presente en la mente del animador. Aunque la temática a la que nos referimos ha surgido de la consulta con los Consejeros locales, ¿responde a la expectativa de los miembros de la Asociación?
Al recorrer los Centros y las Comunidades de la Provincia hemos podido conversar con nuestros hermanos y hermanas SC y podemos acercarnos un poquito a sus opiniones agrupándolas en 3 opciones:
- Un importante grupo de socios está interesado en los temas tradicionales de la devoción cristiana: reflexiones diversas sobre la Virgen María, los sacramentos, Jesús y la eucaristía, Don Bosco y los santos salesianos, los tiempos litúrgicos, las verdades del Credo, etc.
- Otro grupo, más pequeño, se inclina por el estudio de temas del magisterio eclesial y del magisterio salesiano, estos están interesados en conocer y profundizar las Encíclicas Papales, las conclusiones de las reuniones de obispos tanto en la Santa Sede como en Latinoamérica, las Cartas del Rector Mayor y otros ricos documentos emanados del magisterio salesiano.
- Un tercer grupo, pequeño pero influyente, está interesado en el estudio de temas muy puntuales que tienen aplicación directa en los apostolados, este grupo prefiere temáticas de alta urgencia como: violencia intrafamiliar, maltrato infantil, violencia en los centros educativos, atención a la catequesis juvenil en los oratorios y otras temática así de “picantes” en lo social y en lo comunitario.
Dadas las diferencias, la diversidad y la complementariedad, ¿cómo conjugar los intereses y niveles de influencia de los miembros en la formación permanente de los Centros?
Bueno, “ideas quiere la paz” dijo el sabio.
En primer lugar partiremos que la razón de ser de cada Consejo es animar la formación de los miembros. Esta animación parte del interés del propio SC de formarse a sí mismo, creciendo en identidad, autonomía y significatividad (Consulta Mundial 1996). Nadie crece por si solo ni crece para sí mismo, cultiva sus dones y carismas en bien de la comunidad a la que pertenece y de los destinatarios de su misión (1 Corintios 12 y 13).
En segundo lugar es importante recordar que no podemos hacerlo todo ni debemos partir en pedazos el cuerpo de Cristo presente misteriosamente en la Asociación. Para ello cada Consejo debe identificar y separar las temáticas que corresponden al crecimiento y la formación y aquellas que corresponden al apostolado o a la animación, una vez identificadas y separadas se procede a la conjugación de ellas en un calendario creativo que facilite su abordaje en reuniones semanales, mensuales, trimestrales o anuales, así como que distribuya los temas que son de interés para un Centro de SC, para un Encuentro nacional o provincial y aquellos que sean de interés para todas las ramas de la Familia Salesiana sea en cuanto a espiritualidad como a servicios apostólicos, incluso debe preverse el abordaje de temas que son de interés para grupos más pequeños dentro de la misma realidad inter Centros (SC dedicados a la catequesis sacramental, a la catequesis oratoriana, a la animación de grupos juveniles, a los ministerios laicales, a la educación básica y media, etc.).
Finalmente y en tercer lugar, la formación permanente es una realidad cíclica y progresiva, nunca podrán abordarse todas las temáticas deseadas en un solo año, ni siquiera en un trienio, para ello la formación debe ser articulada de manera que facilite profundizar en unos temas durante un período y en otros temas en otro período para no disgregarse ni distraerse. La formación permanente nos acompañará toda la vida y según las diferentes circunstancias en las que ella se desarrolla sin perder de vista la diversidad de edades, de profesiones y de sensibilidades.
No solo se trata de ser profundos, o de ser actuales sino y sobre todo, de ser creativos… que es un valor fundamental de la espiritualidad salesiana, que es juvenil no por la edad sino por la creatividad siempre joven, siempre alegre, siempre exigente. En todo caso es importante no olvidar que “siempre será más útil a la Iglesia un santo, que un ejército de salesianos”.
Por Miguel Muñoz - SSCC
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